La falsa libertad de la palabra
El doble sentido y el anonimato ha pasado de ser una parte de nuestra cultura pícara a una cuestión de protección y seguridad para aquellos que quieren mantenerse vivos en muchos de los lugares de México en donde informar es un riesgo, como por ejemplo Tamaulipas, Sinaloa, Ciudad Juárez y la misma Veracruz
El reportero Gregorio Jiménez fue asesinado en Veracruz, un periodista más a la lista de homicidios en el país. En México el poder de la palabra verbal o escrita es muy fuerte, pesa tanto como la propia vida.
El doble sentido y el anonimato ha pasado de ser una parte de nuestra cultura pícara a una cuestión de protección y seguridad para aquellos que quieren mantenerse vivos en muchos de los lugares de México en donde informar es un riesgo, como por ejemplo Tamaulipas, Sinaloa, Ciudad Juárez y la misma Veracruz.
No hay manera de sentirse seguro en la calle cuando se habla de lo que todos saben que no se debe hablar.
La cultura de la palabra escondida y del doble sentido que se domina muy bien en este país irónicamente tiene mucho sentido.
Hoy las redes sociales juegan un papel importante para la difusión de las ideas, para bien y para mal.
Los grupos criminales cuentan ya con gente capaz en el manejo de las redes sociales y el hackeo como para saber de dónde o quién está diciendo algo.
No hay seguridad para los periodistas. Si no hay seguridad para alguien que tiene el poder de un medio, de la pluma, que cuenta con espacio en una revista o un noticiero ¿por qué creemos que un ciudadano común que señala y denuncia la tendrá?
En cuba los grupos disidentes han manejado de una manera muy inteligente sus redes sociales ya que sin tener acceso a la internet logran denunciar día a día situaciones de abuso de autoridad por las que pasan
En México pareciera que ni los avances tecnológicos y las diferentes maneras con las que ya contamos para comunicarnos pueden ayudar a los que por oficio han decidido informar.
Las redes sociales han ayudado a abrir muros en lugares como Oriente Medio, en México se vuelven herramienta para los extorsionadores y secuestradores para detectar un blanco.
México es un lugar de apariencias, la imagen de que vivimos en libertad y que podemos ejercer nuestro derecho a opinar se termina justo cuando se tocan intereses poderosos.
Escribir notas anónimas en las salas de redacción de cualquier periódico siempre será motivo para dudar de la veracidad de la información, pero al parecer es la única manera de mantenerse con vida ejerciendo un oficio en el que en la mayoría de los casos se paga mal.
Por ello digo que el doble sentido tienen mucho sentido en México, ¿ será que los que comunicamos estamos condenados por seguridad a hablar solo de la nota vana y de la nota alegre que no daña?
¿Será que debemos de hacer uso de esta capacidad del albur para decir cosas no diciendo nada? ¿Será que debemos mantenernos callados?
En las escuelas de comunicación tenemos, creo yo, que discutir mucho acerca de este y otros temas que repercuten desde la ética con la que afronta un profesional de la información su oficio hasta la manera en como arriesgan algunos la vida al hacer lo que más aman.
Arturo Montero
Realizador
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