Desmitifiquemos a los benefactores
Pongamos en su lugar a los protagonistas que lo único que les interesa es tener el reflector pero se desentienden cuando el telón ha caído, a los funcionarios que por razones de poder político están ocupando un espacio en comisiones que no dominan y como resultado de ese desconocimiento han metido un freno al desarrollo de la ciudad
Desmitifiquemos a todos, a los que manejan en su imagen ser benefactores del destino pero que sólo le succionan la vida al puerto y buscan la auto promoción utilizando las relaciones y los recursos que la misma sociedad les ha entregado, a los que se hacen llamar gente preocupada por la cultura y lo menos que les interesa es apoyar iniciativas si es que estas no surgen de ellos o sus seguidores.
Pongamos en su lugar a los protagonistas que lo único que les interesa es tener el reflector pero se desentienden cuando el telón ha caído, a los funcionarios que por razones de poder político están ocupando un espacio en comisiones que no dominan y como resultado de ese desconocimiento han metido un freno al desarrollo de la ciudad y sus habitantes que traen impulso y entusiasmo. Son profesionales en desmantelar ideas y cerrar caminos.
Desde que recuerdo veía a ciertos personajes a los que muchos pedían consejo o guía, hoy mismo siguen siendo ellos a quienes los entusiastas creen se deben acercar para conseguir apoyo moral o impulso para ejecutar su plan. Dejé de hacerlo hace años, cuando me di cuenta que acercarme a ellos implicaba correr el peligro de ser esterilizado en mis intentos por generar proyecto .
He tenido muchas respuestas al momento de tocar estas puertas, por ejemplo, entrar a una oficina gubernamental y sin ni tan siquiera decir palabra recibir como respuesta - No hay dinero – frase que debería ser ya usada por reglamento dentro de la función pública.
Estos personajes comisionados para producir y ejecutar proyectos públicos se han olvidado que cuando se quiere hacer algo se busca la sustentabilidad y la participación de diferentes entes. Entonces es ahí cuando el dinero pasa a un segundo plano. El servidor debería entonces también poder ser un generador de ideas e iniciativas, pero la realidad es que eso es pedir mucho.
En el último proyecto en donde me vi involucrado y que en el ramo de la promoción turística , lo cultural y formativo cumplió sus objetivos, no fue excepción de enfrentarse a estas circunstancias a pesar de haber logrado integrar diferentes sectores.
Quienes en un principio tendrían que haber estado interesados no lo hicieron. Diferentes puertas se cerraron, pero curiosamente es en los segundos mandos donde se encontró el impulso necesario para tener un proyecto integral. Es justo en los que están acostumbrados al trabajo y no al protagonismo donde permanecen las mentes abiertas y los deseos de cambio. Hay que agradecer a quienes aún a pesar de estar metidos entre la burocracia están conscientes que al abandonar el escritorio se convierten en un ciudadano más. A los que son capaces de defender ideas ajenas porque en ellas identifican el beneficio general de la comunidad.
Por otra parte, en esta etapa de mi vida, la cual es la más productiva, me queda ya muy claro que en cualquier ciudad de este país las instancias oficiales no van a ser las generadoras de proyecto. La gente que ocupa estos espacios usualmente no es la indicada. No debemos esperar que las personas que están ahí nos incluyan en algo. Debemos ser nosotros mismos los que hagamos nuestro camino, nuestro proyecto de vida y ahí otorgar la posibilidad de incluirlos a ellos. La transformación si no viene de arriba para abajo, debe ir en sentido inverso, pero como regla natural se tiene que dar.
La parte pesimista de esto es si pensamos cuántas iniciativas se han perdido por no tener gente con visión en los puestos donde se toman decisiones. Proyectos de participación social, culturales, educativos, artísticos, formativos, muchos que no necesitan demasiada inversión pero si mucha creatividad y tenacidad.
Dado el caso y asumiendo que esta será por muchos años más la actitud que encontraremos en el servicio público, instituciones y personajes que dirigen el destino, creo que los que hacemos proyectos debemos de partir sabiendo que las figuras de mecenas y financiadores no existen, tampoco los gurús de la promoción. Los que debemos de preocuparnos somos nosotros por crear no sólo las herramientas, sino los medios para lograr los objetivos planteados. Ardua labor, estoy seguro que muchos desistirán en el esfuerzo, pero como todo en la vida, los que lleguen serán los fuertes.
Arturo Montero
Realizador
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