Mueren 80% de los animales rescatados de los circos … la protección se convirtió en muerte
A partir de la entrada en vigor de la Ley General de Vida Silvestre, en julio de 2015, las vidas de los ejemplares cambiaron radicalmente. Los animales quedaron en manos del mejor postor, repartidos entre compradores honestos y otros que no se supo quiénes eran, pero muchos revendieron a los animales y, muchos de esos ejemplares están convertidos ya en tapete
De los mil 298 animales censados hace un año por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en los 80 circos del país, “no más de 300 están vivos”; el resto fueron comprados por coleccionistas privados, vendidos a taxidermistas o “cayeron en manos de traficantes de especies y ahora están convertidos en tapetes”
Teresa Moreno, médico veterinario, responsable técnica y enlace entre la Semarnat y los empresarios, cuya tarea era llevar un registro de los animales existentes en los circos del país, señaló que muchos de esos animales que permanecen vivos están en santuarios, siguen arrinconados en los circos o fueron entregados a zoológicos, enfermos y deprimidos.
“Me tocó sacar los documentos de entrega de todos los animales; el ciento por ciento se entregó vivo. Sin embargo, 80 por ciento no lo está o está en condiciones no favorables”, reveló la especialista al diario Milenio. El archivo de registro que tenía Moreno, está en los archivos de la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat.
De acuerdo con información de la dependencia, la ley General de Vida Silvestre, sólo verificó que se cumpliera que los ejemplares “no estuvieran dando espectáculos circenses”, pero, la venta y el destino de los animales quedó en manos de los propietarios de los circos.
NO MÁS APLAUSOS
A partir de la entrada en vigor de la Ley General de Vida Silvestre, en julio de 2015, las vidas de los ejemplares cambiaron radicalmente, pues su aplicación implicó que incluso especies en peligro de extinción, quedaran sin protección.
Los animales quedaron en manos del mejor postor, repartidos entre compradores honestos y otros que no se supo quiénes eran. “Se ostentaron como gente registrada (ante la Semarnat). Revendieron a los animales y, muchos de esos ejemplares están convertidos ya en tapete”, aseguró el director general de Inspección y Vigilancia de Vida Silvestre, Recursos Marinos y Ecosistemas Costeros de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Joel González Moreno.
A un año de esa ley, el funcionario asegura que su balance es negativo, pues explica acabó con todos: circos, empresarios y animales, lo cual el funcionario califica como una tragedia.
A principios de año, González Moreno afirmó que no habría santuarios suficientes para albergar a los animales de los circos. Señaló que dicha dependencia no tenía obligación por ley para fomentar ese tipo de lugares. Lo cierto es que los animales quedaron sin protección oficial.
“Se vaciaron las carpas pues ya no había público; los circos empezaron a cerrar, algunos vendieron sus camiones, pedazos de carpas y animales. Finalmente quebraron”.
Ante la desesperación por la entrada en vigor de la ley y las sanciones que implicaba la posesión de animales en circos, “los empresarios empezaron a entregar sus ejemplares a veces a bajo costo o sin costo al final”.
Los animales que alcanzaron a llegar a algún zoológico sufrieron depresión y, en algunos casos, murieron. Además, fueron arrancados del hábitat al que estaban acostumbrados: aplausos, pista, luces y risas del público. (Con información de Agencias)
