La industria de cine que nunca ha llegado a Vallarta
El interés al cine por la comunidad es notorio a pesar de los altos costos en taquillas y la falta de contenidos para proyectarse . El costo del boleto es alto cuando lo contraponemos con la calidad de las salas. Para mi es común tener que bajar a hablar con el gerente al ver que la película está fuera de foco o falla el sonido. En todos los cines de Vallarta sucede lo mismo. Eso sin mencionar las carteleras atrasadas y la gran cantidad de material audiovisual que no llega
Tal vez no interpretamos correctamente a John Houston cuando eligió Puerto Vallarta para hacer La Noche de la Iguana. Fue en los años sesentas y a partir de ahí llegó una proyección internacional para la ciudad . Artistas como Elizabeth Taylor caminaba por las calles empedradas y gracias a eso el turismo repunto. Quienes vivieron por aquellos días hablan de una época dorada para el puerto.
Durante décadas ha sido parte del speach de ventas nombrar a la película , los sets, las casas en donde vivieron los actores y todo lo que se generó a partir de ello. Definitivamente el director Houston pudo haber quedado maravillado por los escenarios naturales de la zona , esos mismos que utilizó para darle vida a su película, sin embargo considero que deberíamos de reinterpretar su legado.
Estoy convencido que el puerto da para más que tan sólo ser un escenario de películas. Se ha capitalizado muy poco el hecho de poder atraer producciones. No hay escuelas ni instrucción cinematográfica que ofrezca algo más a quienes pretenden producir en la bahía . La gente local se involucra siendo carga cables y guías. Fuera de los hoteles que pudieran vender sus cuartos, los caterings ofrecer sus servicios y las jóvenes edecanes contratadas como extras. No hay un beneficio a largo plazo y real que le aporten al puerto estas producciones .
Como realizador, cuando pienso en industria hablo de escuelas , foros de exhibición , directorios de profesionistas dispuestos a integrarse a un proyecto de producción cinematográfica . Puerto Vallarta en este sentido ha decidido vivir de su rostro asemejándose a un modelo que no sabe hacer nada mas que posar a la cámara. Cuando eso sucede los que nos dedicamos a la realización sabemos que el tiempo para ellos está contado. Que la belleza de un modelo se acaba.
El interés al cine por la comunidad es notorio a pesar de los altos costos en taquillas y la falta de contenidos para proyectarse . El costo del boleto es alto cuando lo contraponemos con la calidad de las salas. Para mi es común tener que bajar a hablar con el gerente al ver que la película está fuera de foco o falla el sonido. En todos los cines de Vallarta sucede lo mismo. Eso sin mencionar las carteleras atrasadas y la gran cantidad de material audiovisual que no llega.
Así nacen actualmente algunos foros paralelos e independientes que con entusiasmo arman sus programaciones ya sea en bares , cafés , restaurantes, espacios públicos, todos con el objetivo de ver algo diferente a lo que se exhibe en el cine comercial .
Desgraciadamente no se cuenta con un espacio que ofrezca las condiciones ideales para proyectar y apreciar el arte de la cinematografía como existe en las ciudades del país que se interesan por la cultura.
Otro ejemplo es el caso de los malogrados festivales de cine. La mayoría de las personas que se embarcan en las muestras y en los festivales que han existido en la ciudad son aficionados al cine pero no profesionales de la materia, no hay realizadores, no hay procuradores de fondos, no hay productores , en su mayoría es gente de la socialité vallartense que en su afán por pertenecer a la farándula local ocasionan que los proyectos no despeguen. Concentran su energía en conseguir al actor y no a la película . Concentran su energía en la forma y no en el fondo. En los cocteles y no en generar espacios de debate, reflexión y mercado entre productores y distribuidores.
Desde mi punto de vista hace falta que se tenga una visión que vaya más allá de lo habitual. Crear sinergias entre la comisión de filmación, fideicomiso, instituciones educativas, foros de exhibición, instituciones cinematográficas a nivel nacional y departamento de cultura local que aporten esa parte de lo que carece Vallarta. Hacer industria sería el objetivo.
Por ello considero que deberíamos de interpretar de nueva cuenta a Houston. Quizás nos equivocamos. Tal vez el legado no debió ser el jet set y sí la búsqueda del cine como herramienta de cambio social, de riqueza artística, de educación, de industria y por ende de mejora económica
Arturo Montero
Realizador