Sin riesgo de contraer cólera por consumo de agua potable: Seapal Vallarta

Se enfatizó que la gente puede tener la confianza de seguir ingiriendo agua de calidad sin ningún riesgo, sin embargo señaló que Seapal tampoco puede ignorar el problema o esperar a que llegue a Puerto Vallarta, por lo que se han tomado las medidas necesarias para evitar que se puedan desarrollar condiciones que propicien la enfermedad

 

El agua que distribuye el sistema de Servicios de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado (Seapal) de Puerto Vallarta a los usuarios y habitantes del municipio, es cien por ciento segura y apta para el consumo humano, toda vez que cumple con los estándares de calidad e higiene requeridos en cuanto a potabilización y cloración, para evitar que se pueda transmitir o contraer algún tipo de agente infeccioso como la bacteria del cólera, afirmaron.

Fue la químico fármaco bióloga, Emma Teresa Robles Villalvazo, jefa del departamento de Calidad del Agua, quien agregó que para garantizar que no exista ningún riesgo al respecto, debido a los brotes epidemiológicos de la enfermedad registrados en otros lugares del país, se han reforzado los programas de vigilancia de los procesos de potabilización, así como el monitoreo de cloro residual en puntos iniciales, intermedios y finales de las redes de distribución de agua potable.

“Estamos trabajando siempre bajo la norma, mandando a la ciudadanía agua con las condiciones aptas para ser consumible, y la adecuada cloración es parte fundamental del proceso de potabilización, lo cual hemos reforzado para estar más al pendiente, en todo momento, las 24 horas del día, para que por ningún motivo existan faltas de cloración en todos los puntos”, comentó.

En ese sentido enfatizó que la gente puede tener la confianza de seguir ingiriendo agua de calidad sin ningún riesgo, sin embargo señaló que Seapal tampoco puede ignorar el problema o esperar a que llegue a Puerto Vallarta, por lo que se han tomado las medidas necesarias para evitar que se puedan desarrollar condiciones que propicien la enfermedad.

Asimismo, recomendó a las personas viven en zonas donde se carece de agua potable y que extraen de algún pozo o afluente natural, hervirla y agregar una o dos gotas de cloro por litro, para que sea un doble control sanitario; dejarla reposar un lapso de 20 o 30 minutos y de esa manera ya puede ser ingerida.

Indicó que de esa manera se podrá evitar que se presente algún problema, y reiteró que el resto de la población que cuenta con agua potable en sus hogares, no tiene ningún riesgo de contraer alguna infección de este tipo. “La gente puede estar tranquila de que el agua que distribuye SEAPAL, es apta para consumo, no hay ningún riesgo de ningún aspecto, mucho menos de cólera”, subrayó.

Sobre el tema, la también QFB Elba Soraya Topete Camacho, jefe del departamento de Laboratorio del sistema, explicó que el cólera se transmite por contaminación del agua y alimentos, y raramente por contacto con personas infectadas o enfermas, a menos que no se cuente con las medidas básicas de higiene, como es el lavado de manos después de evacuar y antes de comer.

Dijo que medidas sanitarias como es el control y almacenaje de agua y alimentos bajo condiciones de higiene, son más que suficientes para evitar la aparición de estos brotes epidémicos, así como proporcionar la información necesaria a la población sobre formas de transmisión y medidas de aseo que eviten el contagio.

Apuntó que una de las formas en que Seapal apoya al sector salud en estos casos, es verificando la cobertura de cloración del sistema, así como garantizar una concentración de cloro residual en el rango de 0,20 a 1,50 mg/l, como establece la Norma Oficial Mexicana (NOM-127-SSA1-1994 Mod. 2000.

De igual forma, realizando monitoreo y análisis para el aislamiento e identificación del vibrión del cólera (Vibrio cholerae), con monitoreo de fuentes superficiales que representa el 18 por ciento del abastecimiento de agua potable del municipio.

En el caso de las aguas residuales, se realizan monitoreos en los cárcamos de bombeo, para buscar la presencia de la bacteria y en su caso reportarla al sector salud para que ellos procedan a efectuar los cercos sanitarios y aislar las zonas con sospecha de la bacteria.