Tras captura del fundador de Telegram en Francia, Pavel Durov, Rusia reclama querer cerrar aplicación
El multimillonario fundador y director ejecutivo de la aplicación de mensajería Telegram, fue arrestado en el aeropuerto de Bourget en las afueras de París el sábado por la noche. Su aplicación cuenta con 900 millones de usuarios activos.
Pavel Durov, el multimillonario fundador y director ejecutivo de la aplicación de mensajería Telegram, fue arrestado en el aeropuerto de Bourget en las afueras de París el sábado por la noche, según informaron los medios TF1 TV y BFM TV, citando fuentes anónimas de Francia.
Telegram -particularmente influyente en Rusia, Ucrania y las repúblicas de la antigua Unión Soviética- está clasificada como una de las principales plataformas de redes sociales después de Facebook, YouTube, WhatsApp, Instagram, TikTok y Wechat. La fortuna de Durov fue estimada por Forbes en 15,5 mil millones de dólares y su aplicación cuenta con 900 millones de usuarios activos.
En tanto, la Defensora del Pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova, acusó hoy a Francia de detener a Pável Dúrov, el creador de la red de mensajería encriptada Telegram, con el fin de cerrar la plataforma.
“Es absolutamente evidente que la auténtica razón del arresto de Pável Dúrov es el intento de cerrar Telegram, la plataforma de internet donde se puede conocer la verdad sobre lo que ocurre en el mundo”, comentó en su canal de Telegram.
Molskalkova denunció que París acusa a Dúrov de “todos los males habidos y por haber” desde tráfico de drogas a pedofilia y terrorismo, ya que su objetivo es “lograr el control total de la libertad de expresión”.
Instó a “los herederos de la Gran Revolución Francesa” a recordar un dicho: “No estoy de acuerdo con una sola palabra de lo que dices, pero estoy dispuesto a morir por tu derecho a decirlo”.
“La detención del fundador de Telegram en Francia es una grave violación del derecho a la libertad de expresión” y también un clara manifestación de “doble rasero hacia los derechos humanos más básicos por parte de una serie de países que elogian la democracia y, en realidad, buscan pisotearla”, dijo.
La portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, aseguró que Moscú ha remitido a la Cancillería francesa una nota con el fin de tener acceso a Dúrov, que nació en Rusia, pero residía en Dubai.
“Pero tiene ciudadanía francesa, la que Francia considera la principal”, dijo a la agencia RIA Nóvosti.
En su canal de Telegram Zajárova también llamó a las principales organizaciones no gubernamentales occidentales a defender a Dúrov.
Recordó que en 2018 cuando las autoridades rusas anunciaron su decisión de bloquear la red de mensajería, 26 de esas organizaciones levantaron el grito en el cielo.
Mientras, agregó, “Dúrov siguió en libertad y continuó desarrollando Telegram”, obviando que el empresario ruso tuvo que exiliarse tras recibir presiones para vender la red Vkontakte, el Facebook ruso.
“¿Cómo creen ustedes? ¿Esta vez exigirán a París que libere a Dúrov o se morderán la lengua?”, señaló.
El subjefe del comité de Política Informativa de la Duma o cámara de diputados, Antón Gorelkin, también admitió que Rusia tenía reclamaciones hacia Telegram.
“Pero últimamente no se discutió el bloqueo de Telegram”, dijo, aunque en las últimas semanas hubo numerosas quejas sobre los problemas en el funcionamiento de la red en Rusia.
Dúrov, que podría pasar años en prisión, según algunos políticos rusos, tiene ciudadanía de este país, pero también francesa y de los Emiratos Árabes Unidos, pasaportes que recibió en 2021.
El dueño de Telegram fue detenido anoche cuando descendía de su avión privado en la pista del aeropuerto de París-Le Bourget, proveniente de Azerbaiyán.
Sobre el multimillonario franco-ruso, de 39 años, pesaba una orden de arresto francesa emitida por la oficina de menores (OFMIN) de la Dirección Nacional de Investigación Criminal sobre la base de una investigación preliminar.
La Justicia francesa sostiene que la falta de moderación en Telegram y la falta de cooperación de Dúrov con las autoridades, junto con las herramientas que la plataforma ofrece, como números desechables y criptografía, lo convierten en cómplice de delitos como el tráfico de drogas, la pedofilia y el fraude. (Con información de agencias)