Frontera de Chiapas, foco rojo de prostitución
Estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) detallan que de enero a octubre de 2012 fueron aseguradas en México, cuando viajaban a Estados Unidos, un total de 6 mil 258 mujeres centroamericanas; mil 409 de El Salvador; 2 mil 296 de Guatemala; 2 mil 495 de Honduras y 58 de Nicaragua
A dos cuadras de la presidencia municipal de Tapachula se ubica una “mini zona de tolerancia”. En plena calle y a cualquier hora del día, 20 mujeres —algunas menores de edad y en su mayoría de nacionalidad hondureña— ejercen la prostitución sin ningún control sanitario.
Las autoridades parecen no mirar el espectáculo. Varias son adictas a la cocaína, mariguana, thinner, resistol o crack.
Conocido como el callejón del “Danubio”, nombre del hotel donde se hospedan, las mujeres ofrecen sexo servicio a los transeúntes, incluso a quienes abordan su colectivo que los lleva a diversos municipios de Chiapas, debido a que a un costado se ubica la central camionera de corto recorrido.
Según el director de la organización “Todo por Ellos”, Ramón Verdugo Sánchez, la mayoría de las chicas centroamericanas, principalmente de Honduras, que salen de su país huyendo de la pobreza y la violencia, no tienen otra alternativa de trabajo que la prostitución.
La organización trabaja con jóvenes y niños de la calle de origen extranjero que tienen problemas de drogadicción.
Verdugo Sánchez ha denunciado ante las autoridades la explotación laboral y sexual de menores centroamericanas en algunos bares y cantinas de la ciudad, además del enganche de mujeres que se realiza en el parque de Tapachula.
Estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) detallan que de enero a octubre de 2012 fueron aseguradas en México, cuando viajaban a Estados Unidos, un total de 6 mil 258 mujeres centroamericanas; mil 409 de El Salvador; 2 mil 296 de Guatemala; 2 mil 495 de Honduras y 58 de Nicaragua.
Alejandro Solalinde Guerra, coordinador del albergue para migrantes “Hermanos en el Camino” de Ixtepec, Oaxaca, señala que la mujer migrante es vista como un objeto sexual, como un botín que representa dinero y que la tienen que explotar a como dé lugar.
Asegura que desde que ellas abandonan su país de origen vienen en la incertidumbre, ya que no saben si van a poder llegar a su destino y a los peligros a que se podrían enfrentar, además de la preocupación por deudas.
Abunda que muchas de ellas vienen con experiencias de violencia, con deudas de dolor por la separación con sus esposos, de tener que dejar a sus hijos y sus padres y que su familia se queda sin dinero. “Todas esas responsabilidades las llevan a cuestas”, refiere el sacerdote
En los 12 mil bares, cantinas, botaneros, casas de citas, centros nocturnos y cabarets de Chiapas, algunos regularizados y clandestinos, trabajan un promedio de 30 mil mujeres centroamericanas, 80% de origen hondureño y el resto de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y mexicanas, según datos no oficiales.
Los establecimientos se localizan principalmente en la conocida ruta migratoria: por la frontera de Suchiate-Tecún Umán y Talismán-El Carmen, los principales municipios son Ciudad Hidalgo, Frontera Hidalgo, Cacahoatán, Tuxtla Chico, Tapachula, Huehuetán, Mazatán, Huixtla, Escuintla, Acapetahua, Mapastepec, Pijijiapán, Tonalá y Arriaga, todos estos en la región Istmo-Costa de Chiapas.
Mientras que por el lado fronterizo, en la zona Sierra del estado de Chiapas, las presidencias municipales donde se registra el mayor movimiento de comercio sexual son Motozintla, Bejucal de Ocampo, El Porvenir, La Grandeza y Siltepec. En tanto que en la zona fronteriza de Ciudad Cuauhtémoc-La Mesilla se ubican los poblados de Paso Hondo, Frontera Comalapa, San Gregorio Chamic, Comitán, San Cristóbal y Tuxtla Gutiérrez.
La Fiscalía Especializada en Atención a Delitos Cometido en Contra de Inmigrantes realiza operativos de verificación para prevenir y combatir este flagelo. Las revisiones se realizan de manera sorpresiva en bares, cantinas, centros nocturnos y botaneros, además se ha extendido a hoteles y moteles.
Dentro de este combate frontal emprendido en contra de la trata de personas, también imparten charlas a taxistas, sexoservidoras, meseras, barman, vigilantes, personal de limpieza y a todos los que laboren en un antro para alertarlos sobre este tipo de delitos y la corrupción de menores, además se les explican sus derechos que tienen como extranjero y sus obligaciones.
(Con información de El Universal).