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Entre prejuicios, vísceras y falsos críticos

Escrito por Osvaldo Granados Ramírez on . Posted in Andanzas

“Liberar al virus contenido en la palabra podría ser más peligroso que liberar la energía del átomo, porque todo el odio, todo el dolor, todo el miedo, toda la lujuria están contenidos en la palabra” son palabras de William Burroughs, novelista y crítico social. En la arena de las redes sociales, sobre todo en facebook, esto es muy visible

Tan útil para mejorar y necesaria para crecer, la crítica en Puerto Vallarta no siempre tiene esta función. De hecho se ha abaratado tanto, que se ha reducido a los ataques, ofensas, injurias, humillaciones. Lo que debería ser un juicio racional, se ha convertido en opinión visceral casi siempre negativa y además cargada de prejuicios. Esto es más visible en la esfera gubernamental y política, ya sea contra el alcalde o contra un regidor o director, o incluso contra cualquier burócrata.

Al momento de opinar o emitir juicios en asuntos públicos de interés general en la sociedad, muchos, incluyendo periodistas y comunicadores, nos quedamos en el plano reaccionario y visceral, y difícilmente llegamos a la opinión reflexiva  producto del conocimiento y contraste de datos. Si bien la ciudadanía tiene el derecho de la libertad de expresión y utilizar el lenguaje que le plazca, así como emitir su opinión y “crítica” como le venga en gana, quien pretende hacerlo de manera constante y en los medios de comunicación, y más aún, siendo autoridad gubernamental, debería tener presente conducirse con conocimiento, con educación, con tolerancia y respeto. 

El reciente episodio de la regidora Susana Judith Mendoza Carreño con el ex funcionario y “crítico” del gobierno municipal en turno, Carlos Gustavo López Guzmán mejor conocido como “Pavín”, son ejemplo, para bien y para mal, de todo lo anterior.  (La nota estrictamente informativa está en este mismo portal de noticias, con en el encabezado: Otra queja ante Derechos Humanos contra Susana Carreño; la regidora sostiene que no discrimina).

LA PALABRA COMO VIRUS. “Liberar al virus contenido en la palabra podría ser más peligroso que liberar la energía del átomo, porque todo el odio, todo el dolor, todo el miedo, toda la lujuria están contenidos en la palabra” son palabras de William Burroughs, novelista y crítico social. En la arena de las redes sociales, sobre todo en facebook, esto es muy visible.

En lo personal nunca olvidaré un suceso que puede ilustrar y ejemplificar el poder de la palabra, el exceso y manipulación de algunos medios de comunicación vallartenses y también de algunas personas, que enarbolando la bandera de ser “muy críticos”, lo único que demostraron fue precisamente ese “virus” en el que puede convertirse la palabra.  Conferirle el grado de noticia a un rumor propagado en redes sociales, originó movilización de unos cuantos a supuestamente defender el patrimonio municipal, porque ese rumor señalaba que el edificio de la presidencia municipal sería derribado, lo cual evidentemente nunca ocurrió, ni estaba proyectado, ni siquiera había dinero ni tiempo para hacerlo, porque en unos días más entraría Ramón Guerrero como presidente municipal.  Irresponsablemente uno o dos medios de comunicación, no solo lo reprodujeron, sino que  azuzaron, incitaron a la gente a acudir a “defender y evitar” el que se derribara el edificio de la presidencia municipal.  Así se leía en la redes sociales: “Tenemos noticias de que el próximo sábado 22 de septiembre del 2012 y/o domingo en la madrugada el Presidente Municipal (Salvador González Resendiz) planea iniciar la demolición del actual palacio municipal, se está concentrando a la policía, se tiene ya el enmallado y se pretende hace una acción rápida para que la ciudadanía no proteste. A tal efecto se movió la celebración del día del burócrata para aprovechar también el lunes. Les aviso para que estén enterados y pasen la voz de la destrucción que se pretende hacer del centro histórico”.

Aunque sabíamos y más de una vez ya lo habían desmentido diversas personas, entre ellos, el propio alcalde Salvador González Resendiz, mi colega Brenda Montiel de Radio UdeG y yo, que además conduzco el noticiario de Grupo Acir, acudimos a ver la supuesta “demolición”. Allá nos encontramos con regidores, con el síndico y una horda de personas que sin querer escuchar de viva voz el comunicado oficial de las autoridades exigían ser escuchados y ser atendidos. A mi compañera reportera y a mí, algunos de los manifestantes en franca actitud de confrontación y localismo recalcitrante, vertieron agresiones verbales e injurias, fuimos agredidos e intimidados verbalmente con gritos como: “Qué, ya recibieron su billetito?”, o “ustedes deberían estar con nosotros, de nuestra parte, no de ellos (de la autoridad”), o “deben ser imparciales, hablen bien … a ellos (las autoridades) no les hagan caso)”.

Pese a cumplir con uno de los principios del periodismo de escuchar las diferentes versiones y darles voz a los manifestantes, mi compañera reportera y yo nos enfrentamos a una actitud chauvinista con expresiones como “sí, como ustedes no son vallartenses, no sienten ni les importa lo que pase aquí”.  Afortunadamente el hecho en su conjunto fue condenado por el gremio periodístico que solidario logró la publicación de un desplegado en diversos medios de comunicación, en el que, entre otras cosas, decía: “condenamos enérgicamente la agresión de que fueron objeto nuestros compañeros Brenda Montiel y Osvaldo Granados Cuando, quienes realizan una tarea informativa para la comunidad vallartense apegada a los principios del periodismo de manera responsable y profesional desde los espacios en que colaboran como son Radio Universidad y Grupo Acir”. 

No cabe duda, expresarse y opinar, cualquiera; criticar con conocimiento, con sustento y argumentos, pocos, muy pocos.

 

LA CRÍTICA EN LOS MEDIOS

Arquitectos de opinión pública en un sentido sustancial para la sociedad vallartense, en los medios de comunicación o en las redes sociales, no hay, desafortunadamente solo hay apasionamientos. Aunque en Puerto Vallarta y la región tengamos diversidad y gran cantidad de medios de comunicación, con excelentes reporteros, ya se impresos, electrónicos, radiofónicos, incluso incipientemente televisivos, lo cierto es que muchos prácticamente han tomado por asalto los espacios de opinión de los medios; aunque también, en menor medida, sus directivos lo han permitido. Y esto obedece a que, son tan buenos los reporteros y con el oficio necesario, que muchos o la mayoría prefieren continuar en la talacha periodística, que por cierto está llena de emociones y vivencias que ninguna otra profesión u oficio puede ofrecer. Diría Gabriel García Márquez “El periodismo es el mejor oficio del mundo”, lo cual estoy convencido que así es, porque aunque ahora tenga responsabilidades de conductor y jefe de noticias en la radio, o columnista en este portal de internet, la verdad es que nunca dejaré de ser reportero.  

Pero volviendo al tema, es necesario decir que en el periodismo vallartense son nulamente explotados los géneros periodísticos tan ricos como la crónica o el reportaje. Quien desea enterarse de detalles, descripción e interpretación periodística, la mayoría de las veces no tiene más remedio que conformarse con leer columnas, que si bien contienen información más allá de las notas informativas, y algunas veces privilegiada, no permiten la riqueza de la descripción, de los detalles, de la emotividad, que a final de cuentas transporta e informa mejor que lo únicamente contenido en una columna, y que, desafortunadamente, esas columnas muchas veces son un refrito u opiniones de las notas informativas de los reporteros. Y es que el género de la columna es tan noble y permisible que muchos opinadores, desgraciadamente pocos periodistas, optan por convertirse en columnistas y rechazan siquiera intentar ser articulistas o editorialistas.

Así pues, la crítica en esta región, la que se plasma en diarios, revistas o redes sociales, o se emite y difunde en varias estaciones de radio, carece de sustancia, de una función útil y orientadora legítimamente  hacia la sociedad. Por el contrario, la crítica (si se le puede llamar crítica) que prevalece, se ha reducido a los ataques, ofensas, injurias, humillaciones; pero lo peor es que es precursora  de la división, el encono, y por lo tanto el ataque que paraliza, que destruye y no permite avanzar y tener una mejor sociedad.

ALGUNAS APORTACIONES

-        “La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa sino a la libertad de juicio”

Fernando Sánchez Dragó, ensayista, novelista, crítico literario español y presentador de televisión.

-        “Las nuevas opiniones son siempre sospechosas, y por lo general, criticadas sin otra razón que ser nuevas”

John Locke, pensador inglés considerado como el padre del empirismo y el liberalismo.

-        “Las críticas no serán agradables, pero son necesarias”

Winston Churchill, estadista y mandatario británico.

-        “Los periodistas deben criticar, pero no azotar a nadie”

Luis Herrero, político y periodista español.

-        “La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar solo después de consumados los hechos”

Mao Tse-tung; Shaoshan máximo dirigente del Partido Comunista de China y de la República Popular China.

-         “Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas”

Cornelio Tácito, historiador, senador, cónsul y gobernador romano.

-        “Quien tiene el derecho de criticar debe tener el corazón para ayudar”

Abraham Lincoln abogado, político y presidente de los Estados Unidos.

 

 

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