Fabricar noticias sin ser descubierto
Crear noticias es sencillo, en mi etapa de estudiante de arte hicimos diferentes experimentos en donde a través del video produjimos bombardeos a barcos, introdujimos a un espía a laboratorios de narcóticos, persecuciones a ladrones y tal vez alguna situación que por el momento se me escapa pero que hicimos pasar como ciertas.
Como anécdota un día uno de los mejores profesores que he tenido , Jaime Lubín, hombre de semiótica, nos puso como examen que a través de un video debíamos convencer a un auditorio repleto de estudiantes y maestros universitarios de una institución reconocida a nivel nacional acerca de la información ultra secreta y especial a la que habíamos tenido acceso. "Terroristas alemanes en Guadalajara fabricaban antrax para introducirlo a EU " . Acababa de pasar la caída de las Torres Gemelas así que el contexto funcionaba. El trabajo se mostró y el público estaba impactado, posteriormente los exhibimos mostrándoles que ni todos sus conocimientos especializados les ayudaban a reconocer la verdad de lo que no era.
El secreto para que la información audiovisual tenga un impacto en las masas y pase como veraz es posiblemente a lo que los especialistas llaman el Coeficente Zapruder. Este fenómeno nace posterior al asesinato de JFK y debe su nombre al operador de cámara aficionado que filmó 22 segundos de cinta de la tragedia. El material fue asegurado y analizado ampliamente, por lo tanto se convirtió en las imágenes más sólidas para las posteriores investigaciones que como hasta hoy sabemos no han llegado a nada.
Lo que se filmó es una cámara que se mueve inestable , el foco se pierde, por momentos el lente no tiene un objetivo claro, gente tirándose al suelo, se ve que hay desorden, caos, en esencia así se debe sentir un asesinato. Los errores técnicos se perdonan porque la verdad va por encima de cualquier recurso estético o narrativo. Cada uno de los "accidentes " audiovisuales que se generaron en el momento de la grabación sólo ayudaron a que el espectador sintiera el magnicidio como si en verdad hubiera estado ahí. Pero en realidad y siendo muy analítico, no tenemos nada, no vemos la bala, ni a quién dispara, solo a un hombre en una mala imagen que se mueve de manera extraña. Damos por entendido que la situación pasó por la serie de acontecimientos y elementos que suceden alrededor y posteriormente.
El montaje creado por los representantes de la seguridad en contubernio con Televisa en el caso Florence Cassez es una muestra de la apreciación intelectual tan baja en la que tanto medios como funcionarios nos tienen a la mayoría de los mexicanos . Me habla de que efectivamente existe un amplio sector de gente que confía en lo que ve sin cuestionar si quiera lo que se está mostrando. El productor del hecho debió de haber pensado: .- "Si con las novelas los podemos hacer llorar, con esto los podemos hacer creer en las instituciones". Sólo que no tomaron en cuenta que los públicos y los recursos son muy diferentes.
En esa situación faltaron los elementos de realidad cinematográfica que hubieran hecho posible que el aseguramiento de los presuntos secuestradores fuera pasado como cierto. Tenían el set, los personajes, los héroes, las víctimas y los villanos, la utilería y el acontecimiento. Falló el tratamiento, los gritos, el caos, los movimientos inestables de cámara, AFIs prohibiendo paso en ciertas áreas, a manera personal hubiera agregado un poco de música en el interior de la casa, una grabadora prendida, desayunos en las mesas , etc... En tono sarcástico, claro esta, confirmo que a quien se le ocurrió el numerito se asesoró con quien no debía.
Pero OJO ,tengamos cuidado como público ya que para el fabricante de información siempre existe una segunda oportunidad.
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