Imprimir

Mujeres maduras ante el idioma inglés, entre el gusto y la exigencia social y económica

on . Posted in Bahía de Banderas

El aprendizaje de un segundo idioma es una idea que atrae a chicos y grandes, ávidos de adentrarse a un mundo novedoso, atractivo y que ofrece nuevos horizontes de aprendizaje expusieron ante AZ Noticias diversas personas que tienen una vida no directamente relacionada con el turismo, pero la dinámica social lo exige


Por Diana Arista Gijón

Actualmente en Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, sitios turísticos por excelencia, la constante afluencia de extranjeros ha abierto nuevas vías de crecimiento y desarrollo laboral y profesional, aunque es evidente que la adquisición de un segundo idioma es fundamental para posicionarse dentro del mercado laboral. He ahí la necesidad de que desde la temprana edad se les eduque a los niños con un método de aprendizaje bilingüe, para convertir el inglés en su segunda lengua y permitir que su dominio del idioma sea total al llegar a etapas productivas, precisaron especialistas.

Por lo anterior, el aprendizaje de un segundo idioma es una idea que atrae a chicos y grandes, ávidos de adentrarse a un mundo novedoso, atractivo y que ofrece nuevos horizontes de aprendizaje expusieron ante AZ Noticias diversas personas que tienen una vida no directamente relacionada con el turismo, pero la dinámica social lo exige.

"A MI MANERA"

Tal es el caso de Teresa quien en un día de clases atentamente observa la pizarra mientras sus labios se acostumbran a las palabras recién adquiridas. Hace dos meses asiste a clases de inglés con el afán y la disposición de "conocer esa nueva lengua tan famosa que en Vallarta se habla y se escucha por doquier".

Teresa Hernández tiene 65 años de edad, es madre de tres hijos, fue trabajadora del ISSSTE por más de quince años y después de jubilarse se dedicó a recorrer la República con su grupo de amigos de la tercera edad.  Actualmente dedica su tiempo a  ejercitarse, comer sanamente, hacer meditación y acudir a cursos de computación e inglés. En sus palabras la vida “es para vivirla, ahora es momento de ver por mí. De actualizarme, vivir a mi manera, aprender inglés, computación, pasear por la playa, disfrutar del contacto con la naturaleza. Cuándo me iba a imaginar a mis años frente a una computadora, en clases de inglés, viajando y recorriendo el país sin mi familia.”

Fue esposa y madre, dedicándose al hogar por quince años, durante los cuales desempeñó las labores domésticas y se avocó al cuidado, protección y educación de sus hijos; pasado ese tiempo, tras una crisis familiar y la separación de su esposo, decidió ser laboralmente productiva logrando con esmero y dedicación una trayectoria en ascenso que quince años después rinde frutos con un plan de pensiones que la mantiene activa y tranquila.

Actualmente asiste a clases de inglés en compañía de Ignacio, su nuevo compañero de vida, a quien conoció precisamente en su grupo de amigos jubilados. Al lado de quien disfruta cada una de las experiencias que esta nueva etapa le ofrece, así como la oportunidad de acudir nuevamente a la escuela, “la vida recompensa todo, te da nuevas oportunidades y siempre ofrece dos caminos, el espinoso y el llano, tú eliges, pero eso sí, de cualquiera de los dos siempre se aprende algo. Ignacio y yo somos adultos modernos, la tecnología ya es parte de nuestras vidas, tenemos Facebook, correo electrónico y nos encantan las clases del aula de multimedia de la escuela de inglés” precisó.

Sin conocimientos previos del idioma y por el simple gusto de emplear su tiempo en una actividad gratificante, Teresa decidió acompañar a Ignacio a las clases, sin imaginar las satisfacciones que esta decisión traería consigo, “desde nuestra jubilación hemos acudido a cursos, nos gusta estar actualizados. Primero fueron los clases de computación y ahora las de inglés, Nacho ya tenía algo de conocimiento del idioma, yo no sabía nada, pero en este tiempo aprendí los colores y las letras, es mejor estar en el aula que en casa viendo la televisión.”

ASÍ SE HACE ENTENDER

En el curso de nivel básico de Teresa, se encuentra inscrita Lucina, quien ha retomado el conocimiento del idioma después de años de no practicarlo, y aprovecha las mañanas para asistir a sus clases, “soy secretaría bilingüe, pero antes el inglés no era tan importante como ahora, además que al nacer mi primera hija me dedique a ser madre de tiempo completo”.

Originaría del estado de Michoacán, Lucina Alvarado, realizada como madre y esposa, a sus 47 años se da el tiempo para hacer lo que le interesa, “fui de esas mamás tradicionales, que si a la niña se le olvidó algo, ahí está mamá para llevárselo. Mi mayor afán era estar al pendiente de mis hijas, en preescolar, primaria, secundaria, hasta que en la preparatoria me dijeron mamá ya crecimos, y de ahí hasta la fecha me he dedicado a mí misma” comentó.

Su principal interés por aprender el idioma radica en que algunos de sus familiares viven en Estados Unidos, y cuando vienen de vacaciones no puede comunicarse con sus sobrinos, porque ellos no hablan español, así que no puede entablar dialogo alguno.

“Cuando vienen mis familiares de vacaciones, no puedo conversar con los niños, mis sobrinos, porque no entienden el español y yo no los entiendo a ellos, o en la calle cuando un extranjero me pregunta algo, me quedo en blanco y no sé qué decir, esas situaciones me frustran, además mi esposo sí lo habla y yo no me quiero quedar atrás, por eso estoy aquí” argumentó.

Aunque no es sencillo iniciar desde cero el aprendizaje de un nuevo idioma, con paciencia, valor y empeño, estas mujeres persisten en su meta y saben que todo esfuerzo al final trae consigo satisfacciones, como lo comenta Lucina “de inicio si me resulta complicado, porque las clases son en inglés, precisamente para empezar a pensar en inglés y dejar de traducir en español. Cuando dejas de practicarlo te encuentras otra vez en ceros y es desesperante. De cualquier modo todo cuesta en la vida, así que no desisto y trato de disfrutarlo”.

Actualmente Lucina es una mujer con agenda llena, después de la maternidad ha dedicado su tiempo a múltiples oficios, aprender corte y confección, técnicas de belleza y a la labor de catequista, actividades que le remuneran en satisfacciones y la dotan de energía y vitalidad.

Al igual que Teresa y Lucina, existen mujeres que deciden familiarizarse con la tecnología, ser bilingües y vivir experiencias nuevas y vivificantes; algunas por placer, necesidad, o por cuestiones laborales, como Rosalba Guevara, terapeuta de profesión, quien a sus 53 años, consciente de su entorno manifestó que para ella el inglés es muy importante, “la mayoría de mis clientes son extranjeros y para mi es fundamental tener buen nivel de inglés, sí lo hablo, pero aún no lo domino, así que en esas estoy. Si definitivamente no lo aprendo aquí, planeó irme a Estados Unidos el año que viene” argumentó.