Brazos que hablan
Por Lorena Martínez Ramírez
Consultor de Imagen
También la colocación de nuestros brazos comunica y le da crédito a la frase de "hablas hasta por los codos": Lo que hacemos corporalmente y lo que no, siempre le está contando cosas a quienes nos miran
Lo que hacemos dice mucho más de nosotros mismos y nuestras opiniones que lo que en realidad decimos. Del estudio del significado de los gestos corporales se encarga la ciencia dedicada al estudio del lenguaje corporal la kinésica,la forma en que colocamos o movemos nuestros brazos, es una manera de mandar mensajes, muy claros. Existen estudios que dicen que el lenguaje no verbal aporta el 93% de la comunicaciòn y sòlo el 7% el contenido del discurso.
Cruzar los brazos sobre el pecho manifiesta que estamos poniendo una barrera a la persona con la que estamos hablando, o ante una situación con la que no estamos de acuerdo.
Cuando alguien toma esta postura y además tiene los puños cerrados, su actitud es agresiva, o si saca los codos hacia los costados, busca intimidar. Es posible modificar la tensión que significan los brazos cruzados, si a la persona se le da un objeto que tenga que tomar con sus manos.
El psicólogo francés Joseph Messinger considera que tanto en nuestra vida personal como profesional, los ademanes "nos traicionan", desde la manera en que ponemos los pulgares al entrelazar las manos, o si para hablar por teléfono utilizamos el oído derecho o izquierdo. Una persona con los brazos cruzados pero con los pulgares hacia arriba, podría estar a la defensiva pero esto también indica que está orgulloso de sí misma, sobre todo si mueve esos dedos mientras hace comentarios.
Por otro lado, al no cruzar los brazos ante un público, el mensaje que se transmite es el de "no tengo temor", esto acentúa la posición de quienes tienen un alto cargo dentro de una empresa o en la función pública.
Otra variante: Cuando dos personas platican, cada uno con brazos y piernas cruzados y la postura de uno parece un reflejo de la del otro, esto se traduce en sintonía emocional o acuerdo.
Como ven, también la colocación de nuestros brazos comunica y le da crédito a la frase de "hablas hasta por los codos": Lo que hacemos corporalmente y lo que no, siempre le está contando cosas a quienes nos miran.
